Calurosa mañana de junio, estuvimos en Salorino, mi amigo Martín Hurtado estaba ilusionado con estas aguas y su abundancia de blasses, y lo pudimos comprobar, cogimos una gran cantidad de peces, eso sí, de escaso tamaño, pero sirvió para divertirnos y atestiguar lo caprichoso de esta especie, casi todos entraron al mismo vinilo, a pesar de probar con ranas, popper, paseantes, articulados...
A última hora, en un recodo cuajado de grama, cogí este bonito ejemplar de casi medio kilogramo.